sábado, 8 de mayo de 2010

PINTURA



EXPOSICION DE ARTE
ISHKAY SHUNKU
DOS CORAZONES
pintura instalcion fluorescente
La propuesta está realizando en ella dos discursos diferentes, en el mismo soporte o plano. La técnica de trabajo experimenta la plástica, la luz, el espacio, por lo que aplica sobre las pinturas una luz que logra sensibilisar los colores fosforesentes señalando otro discurso. Pesenta dos escenarios sobre el mismo trazado; existe una segunda parte, pero para que aquello suceda, se necesita lograr que los colores escondidos puedan reaccionar, estimulados por la falta de luz y lámpara fluorescente, reflejando en el lienzo que guarda información adicional. Este efecto hace que la luz active colores ultravioletas ocultándose el resto, lo que nos hace encontrarnos con otra posible circunstancia, pues ahí es donde se logra captar el mensaje que además se esconde.





“Ishkay shunku” es una expresión que traducida al Castellano significa “dos corazones”, dos posibilidades que surgen por el proceso práctico e inventivo. El proyecto tiene relación con lo bueno, lo malo, una información independiente, pintura fluorescente y contiene información referente al entorno del nuevo ciudadano, ironizando los temas o las frases cotidianas que son escuchadas o leídas a través de los medios masivos de comunicación, siendo parte integral de las nuevas vivencias de la actualidad, formándose en la memoria colectiva nacional y mundial para llegar con su mensaje a todos los sectores; se ha redescubierto el idioma para plantear nuevas estrategias y masificar el mensaje a la comunidad plena; es decir, se ha logrado recrear nuevas posibilidades para decir lo mismo en formas diferentes, logrando con ello significados cercanos a nuestra cotidianidad y relación con el entorno.

Cuenca - Ecuador
Museo de Arte
ISHKAY SHUNKU

La propuesta consiste en manifestar por medio de la pintura un uso crítico de las situaciones que envuelven al colectivo, lo que sugiere amplios temas que confrontan el entorno socio cultural, configura el escenario, desdobla las imágenes y se convierte en un espacio instalativo, logrando desbordar su florescencia, mientras los contenidos persisten en el juego irónico, la confrontación, las nuevas dinámicas de comunicación, el uso del idioma, la inventiva del discurso no tradicional, la ampliación de los sentidos, utilizando una estrategia óptica del uso del color y sus simbolismos. Así, se elabora, mediante el proceso artístico, nuevas alternativas visuales como el replanteamiento de nuestras nuevas simbologías, que nos integren a reconocer, con facilidad y cercanía, los discursos implantados en los espacios sociales.





EFECTOS CON LUZ FLUORESCENTE

Escenas que se encuentran en la memoria colectiva nacional, anuncios que pueden tomar otra postura diferente en sus connotaciones, logran con ello un segundo significado, por lo que, en el mismo lugar, habita una visual adicional con una narración completamente diferente referida a otro acontecimiento. Esto provoca un juego de palabras, una doble interpretación, la mutación de símbolos, la transformación de imágenes, la doble personalidad, la verdad mentira, la mentira verdad, una comunicación que presenta sorpresas inesperadas, que se devela y sugiere al espectador otra alternativa, que incluye duda sobre la verdad.





La pintura provoca un interés adicional, en donde el espacio instalativo posee luces apropiadas para los efectos; además, la pintura incluye un lúdico juego de conceptos entre la realidad actual que advierte nuevos retos no solo con las pintura sino con las artes en general, considerando que es el único espacio de expresión, creatividad, inventiva, magia, el encuentro entre la sana confrontación y el debate, la pintura crítica, capaz de expresar las comunes reflexiones entre los seres humanos que conviven y sienten necesidades expresiva. Abordar la plástica constituye un encuentro cercano a la libertad de pensamiento, es el espacio donde se es como es!
DIEGO MUÑOZ
TALLER DE ARTE
CUENCA ECUADOR
diegomunoz@yahoo.com
youtube/diego9ize



Breves ideas para una obra abierta…
por Juan Carlos Astudillo S.
La obra de Diego Muñoz transmite ese ímpetu barroco y kitsch que alimenta el qué hacer –incluso- espiritual de nuestras tierras y nuestra gente (esa suerte de niebla y sol y piedra que se cuecen en un mismo charco, todos alineados y dispersos, claros y difusos…), lo cual, dicho así, sería vago o tembloroso si no estuviese sustentado por una original perspectiva sobre lo expuesto ya que, en esta obra o, mejor, en su lenguaje, se juega una suerte de doble lectura que, además, confirma esa saturación de posibilidades con que de-construye su propio mensaje o testimonio: reflejo.
Mensaje o testimonio, digo, ya que en esta propuesta estética y conceptual se mezclan la voluntad de ironizar (uno de los rasgos que, mayoritariamente continúa el arte contemporáneo) sobre la urbanidad legible de la mass media (esa suerte de “imaginario colectivo” que nos presenta y atribuye la mecánica cuasi-absoluta de la posmodernidad intelectual en que vivimos, su retroalimentación autónoma y sus procesos de cooptación) y el testimonio de un interlocutor que acude para sumar con sus propias y específicas maneras de construir imágenes, para aportar, desde esta perspectiva, siempre desde esta perspectiva, sobre lo que vamos continuando día a día como sociedad, por un lado, y como expresión de un rasgo de la misma, por otro. Y es que esta obra reacciona frente al mundo tejiéndose a través de la mágica abstracción del instante, entendido este –como lo haría G. Sucre- como la contemplación en donde se unen el tiempo –su fluidez- y la imagen que lo ostenta –la fijeza-: “El instante es simultáneamente fijeza y vértigo: fijeza en movimiento, vertiginosidad que se fija…”(Sucre, 1985:73), paradójica certeza que nos define… y se levanta, decía, sobre este instante-realidad de (d)escribir un amplio bagaje de posibilidades.
Así, técnicamente, la obra se bifurca en sus posibilidades de interpretación merced al juego de la fluorescencia sobre los diferentes soportes lo cual, por obvio que resulte decirlo, permite al autor poner de manifiesto, desde esta perspectiva, su necesidad de exponer al mundo como tal: un mar rizomático de variables… claro que la propuesta continúa esta lectura del mundo, digamos así, real, encontrando que es el símbolo el que designa las cosas, los conceptos, las realidades y que, asiéndose con él desde su referente es decir, utilizándolo, se puede descifrar un crítica que define su intencionalidad de poner en duda un sistema desde dentro del mismo, como dicta la conciencia…
Diego Muñoz es un artista comprometido con la evolución de su obra, un buscador incansable que camina al ritmo de una necesidad que lo aqueja, que le exige, que le oprime hasta el borde del desmembramiento… por eso –además- esta obra abraza la vertiginosidad de lo efímero, ya que su permanencia depende de la respuesta que se active en el espectador. Obra irrepetible, por su dependencia y arraigo hacia el momento y circunstancias en las cuales se expone, ISHKAY SHUNKU se quiere un punto de inflexión de la producción plástica local, cuando pareciera decir a voz abierta, como mensaje de quipa y garganta que esto, que está sucediendo, no podrá ser más, cerrando una puerta que ella misma ha abierto, para mostrar su camino, para dejar sobre el tiempo una huella de su marcha…
DIEGO MUÑOZ.- recoge m, es

4 comentarios:

  1. un breve taller de arte con niños, donde el uso del color es el resultado del juego que presenta el espacio oscuro y la luz de neón que sensibiliza los colores fluorescentes.

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  2. la exposición de arte fue increíble! me gusto mucho!

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  3. gracias por la expo estamos cerca de una nueva¡¡

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  4. muy bueno este arte ..!!
    quisiera saber donde puedo conseguir la pintura neon ..!!

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